Vamos a pensar que nada se ha topado con el final, que siempre queda aún una esperanza. Y para ello comencemos por lo más sencillo, lo que no empieza no acaba.
Es irónico y un engaño lamentable, lo sé, pero si no nos queda otra cosa a la que agarrarnos, ¿qué podemos hacer si no?.
Responder